Te recomendamos tres libros sobre el tema, que te sorprenderán, porque las mujeres artistas abrieron muchas puertas, y no solo en la música y el baile, sino en el contexto social y político, usando su arte y su expresión como herramientas.
Las mujeres han estado presentes en el jazz desde sus inicios, pero con demasiada frecuencia sus logros no han recibido el mismo reconocimiento que los de sus colegas masculinos.
Este libro examina las bandas femeninas y la participación de las mujeres en el jazz desde la década de 1920 hasta la de 1950, explorando las razones históricas detrás de su exclusión.
También aborda las complejas dinámicas raciales que marcaron la cultura estadounidense en la primera mitad del siglo XX y analiza las estrategias que las mujeres del jazz emplearon para hacerse un lugar en la escena. Se destaca cómo la raza influyó en la configuración de las actuaciones en distintos estilos de jazz, desde el swing hasta el hot y el sweet.
Entre las artistas mencionadas en el libro se encuentran The International Sweethearts of Rhythm, Hazel Scott, las Ingenues, Peggy Lee y Paul Whiteman. Además, la obra incluye una detallada filmografía.
Este libro ofrece una mirada única a los orígenes del movimiento feminista y la emancipación de la mujer en Estados Unidos tras la abolición de la esclavitud, explorando el papel del blues y las intensas y conmovedoras canciones de tres figuras icónicas del género: Gertrude “Ma” Rainey, Bessie Smith y Billie Holiday.
Aunque a menudo se percibe el blues como un género dominado por hombres, en la década de 1920 fueron las mujeres quienes lo impulsaron y le dieron voz. A través de las letras de Ma Rainey, Bessie Smith, Billie Holiday y otras artistas de la época, se abordaron por primera vez temas como la libertad sexual, la violencia de género, el abuso y la posibilidad de una vida diferente. Sus canciones reflejaban realidades compartidas por muchas mujeres, fomentando una participación activa de la comunidad. Juntas, cantantes y oyentes transformaron historias personales en debates sociales y políticos, sentando las bases de importantes avances que aún hoy resuenan en la lucha de las mujeres en todo el mundo.
Blues Legacies and Black Feminism es un homenaje al poder de la música, al legado de las mujeres que abrieron camino con su arte y resistencia, y a la determinación femenina que sigue marcando la historia.
Babylon Girls es una obra pionera que explora la historia cultural de las mujeres afroamericanas que participaron en espectáculos de variedades —como coros, revistas de burlesque y cabaret— entre 1890 y 1945. A través del estudio de sus gestos, vestimenta, técnicas vocales y habilidades escénicas, Jayna Brown revela cómo estas artistas contribuyeron a la formación de una nueva cultura popular urbana.
En un contexto marcado por el imperialismo estadounidense y británico, estas mujeres desafiaron las ideas preestablecidas sobre raza, género y el cuerpo a medida que llevaban sus actuaciones a distintos escenarios y rincones del mundo. Fueron precursoras de estilos de baile como el cakewalk, el shimmy y el Charleston, expresiones artísticas que definieron a la llamada "Nueva Mujer". Sus giras no solo expandieron estos bailes por Estados Unidos y otros países, sino que también las convirtieron en figuras cosmopolitas, con más experiencias de viaje que muchos de sus propios espectadores.
Jayna Brown entrelaza las historias de artistas icónicas como Ada Overton Walker y Josephine Baker con las de figuras menos conocidas como Belle Davis y Valaida Snow, combinando narración histórica con un análisis teórico profundo. Examina el fenómeno de las representaciones en blackface realizadas tanto por mujeres negras como blancas y explora cómo las artistas afroamericanas enfrentaron la segregación racial en el ámbito del espectáculo. Desde los coros infantiles afroamericanos que recorrieron Europa a principios del siglo XX hasta producciones como The Creole Show (1890), Darktown Follies (1913) y Shuffle Along (1921), estas mujeres dejaron una huella imborrable en la historia del entretenimiento.
Más allá de su impacto en la escena artística, Brown muestra cómo estas intérpretes ayudaron a redefinir la imagen de la mujer moderna a nivel global y cómo su legado fue clave en la evolución del jazz.